El Modelo Social ofrece una integración de la infraestructura física educativa, tanto en los espacios del aula como en su mobiliario: al vincular todos los elementos de la infraestructura, es posible contar con un hábitat educativo flexible, que permite una mayor interacción entre estudiantes y docentes, y generar mayor dinamismo en las actividades dentro del aula.
Esta es una de las principales aportaciones de este proyecto: la conjunción de espacios y mobiliario que establece una proporción armónica, funcional y eficiente entre ambos elementos.
Con esto, no solo se garantiza la optimización de la infraestructura física educativa, sino también se refuerzan sus características de habitabilidad, calidad, dignidad y seguridad.